Hola a todos.
Esta semana tengo que hacer el comentario sobre la excursión que tanto tiempo llevaba esperando hacer, pero que por mala suerte, vamos a llamarlo así, no pude.
La excursión era el martes después de feria, esa feria en la que me lo pasé tan bien con mis amigos. Justo el día en que acababa (domingo por la noche) comenzó a salirme unas ronchas. No le di mucha importancia, porque al fin y al cabo no eran muchas. Pero llegó el lunes, el día en que empecé a prepararlo todo para esta excursión que tanta ilusión me hacía. Cogí todo lo que Miguel nos había dicho que teníamos que llevar, lo metí en la maleta, mi madre preparó como comida para compartir con mis compañeros empanada y tortilla de patatas… En fin… Pero me empecé a poner peor, todo el cuerpo se me llenó de ronchas y se me hincharon las manos, por lo que tuve que ir al médico, que me dijo que tenía una reacción alérgica y que para que no me picaran mucho las ronchas no me diera el sol. Me pusieron la inyección que suelen poner para este tipo de casos (que en esta época hay muchos, como me dijo el médico), y yo pensando que la inyección me pondría mejor y que podría ir a Portugal me acosté y dejé la maleta con todo preparado. Pero el efecto fue el contrario. Esa madrugada no pude dormir bien por la hinchazón y el picor, por lo que muy temprano llamé a Miguel para decirle lo que me pasaba y que no podía ir a la excursión. De hecho, menos mal que no me arriesgué a ir porque habría tenido que ir allí al médico, al que fui por segunda vez y me mandó unas pastillas.
Ese día estaba especialmente furioso, no solo por el malestar con el que me encontraba y la incomodidad, sino que estaba muy desanimado porque no había podido ir a la excursión de Montegordo, que como ya he dicho llevaba mucho tiempo queriendo hacer y me hacía mucha ilusión, ya que creo que ha sido un curso en el que hemos participado en un proyecto llamado “Proyecto eTwinning”, trabajando con compañeros de Portugal, Francia y Bulgaria, y esta excursión me daría la oportunidad de conocer a mi compañera portuguesa en este proyecto: Cátia. Claro está, también por la ilusión que me hacía pasar la frontera de España hacia Portugal, un país en el que nunca he estado a pesar de que no es mucha su lejanía con España.
¡Qué rabia tenía!, bueno y sigo teniendo…La pregunta que tantas veces me hice ese día fue: ¿por qué justo hoy que tenía esa ansiada excursión y en la que esperaba pasármelo tan bien? Bueno, pero espero que pueda visitar Portugal pronto, aunque lo de conocer a Cátia ya sea más difícil, a no ser que Miguel organice otra excursión, cosa que no creo. Parece que se ha hecho imposible que tenga el encuentro con los portugueses: primero ellos no pudieron hacer la excursión a Cádiz, y segundo yo no pude ir a Montegordo.
Mis expectativas para este viaje eran muy buenas, aunque sabía que estaría cansado, porque después de la feria ya se sabe… Pero esperaba pasármelo muy bien, no solo con mis compañeros portugueses sino también con mis compañeros de curso y hacer allí actividades interesantes y pasármelo genial.
Bueno, ante mi curiosidad por saber como lo habían pasado mis compañeros en Portugal y qué actividades habían hecho, me puse a preguntar cuando llegaron, por la noche ya. Al primero que le pregunté fue a Andrés, del bachillerato de sociales, ya que vino a visitarme a mi casa que por la mañana había visto como estaba. Me dijo que lo había pasado muy bien y me contó lo que habían hecho. Luego le pregunté a más gente por el Messenger y el jueves en el instituto (que ya pude ir porque me encontraba mejor). Había variedad de opiniones, como ocurre siempre, a unos les había gustado más que a otros, ya que unos me lo contaban con mucho entusiasmo y otros me decían simplemente que tampoco me había perdido tanto y que además el tiempo se puso regular. Pero bueno, yo me quedé con las anécdotas que me contaron las personas que realmente habían disfrutado mucho de esta experiencia.
Ahora voy a intentar hacer una crónica del día que pasaron en Portugal mis compañeros, con lo que me han contado ellos y lo que he leído de sus comentarios, que por cierto, me ha gustado mucho el comentario de mi compañero Daniel.
Por la mañana muy temprano partieron hacia Portugal en autobús. Fueron unas tres horas de viaje hasta que llegaron allí, tres horas que por lo que escuché fueron más de sueño que de otra cosa, aunque algunos no se querían perder algunas partes del paisaje ni el cruzar el puente fronterizo.
Llegaron a un merendero cerca de la playa, donde claro, al bajar la reacción fue la típica que se tiene cuando no conoces a alguien o un grupo de personas; todos los de un mismo grupo se arrinconaron en un mismo sitio, es decir, portugueses a un lado y españoles a otro. Eso hasta que no se rompe el hielo.
Luego, Miguel fue llamando a cada alumno para ir agrupando primero por grupitos de portugueses y españoles, pero que rápidamente se rompieron. Después de que mantuvieran una conversación, jugaron un partido de fútbol en la playa, y como faltaban chicos para el equipo portugués, algunos españoles de fueron para el equipo de los portugueses. ¡Qué suerte! encima un día en la playa, con lo que me apetecía a mi también echar un rato en la playa, a la que no voy desde el año pasado. Bueno, el partido de los chicos por lo visto quedó en empate, pero el de las chicas lo ganaron las españolas.
Después de esto, echaron unas partidas a las cartas, en el que los españoles enseñaron a los portugueses a jugar a algún juego típico de aquí y al contrario. Miguel compró barajas de cartas para todos.
Luego fueron a comer al merendero, y jugaron a la cuerda, a estirar, para ver qué grupo ganaba y tenía más fuerza o más resistencia, si los españoles o los portugueses. Los chicos españoles perdieron, pero por el contrario las chicas españolas ganaron a las portuguesas. La verdad es que por lo visto las chicas españolas dieron ese día la talla, y fueron todas unas campeonas en todo, aunque los niños…Esto es broma, para mí no tiene ninguna importancia quien ganara en los juegos o no, ya que para mí lo importante de ese día era el encuentro que estaban teniendo alumnos españoles y portugueses, y en el que se lo estaban pasando bien, pasando el día en la playa, comiendo juntos, jugando a las cartas y a otro tipo de juegos…
Otra cosa que me comentaron fue lo fría que estaba el agua de esa costa, y claro, como más tarde el tiempo se puso un poco regular, sólo algunos fueron los que se dieron un segundo chapuzón.
Bueno y todo esto mientras cada vez portugueses y españoles mantenían más contacto y se sentían más cercanos.
Otra cosa que creo que es curiosa es que me dijeron que los portugueses comenzaron a hablar inglés, y claro los alumnos españoles se quedaron a cuadros, ya que tenían menos nivel que los portugueses. La mayoría de los españoles, por no decir todos, se perdían, y me comentaron que usaron un vocabulario un poco raro jajaja, no es que sea raro, sino que claro, se trata de inglés y como al parecer los portugueses tenían un mayor nivel en el uso de la lengua inglesa, pues es normal que los españoles se perdieran un poco, cosa que a mí también me ocurriría seguramente de haber podido disfrutar de esta excursión.
Respecto a este tema, sobre los idiomas, estoy bastante de acuerdo con lo que dice mi compañero Daniel, y también me parece que nosotros damos mucha teoría, pero luego menos práctica a la hora de hablar en inglés. Hay algo que falla, y ese día mis compañeros tuvieron una muestra de ello, cuando alucinaron al ver como hablaban inglés nuestros compañeros portugueses.
Ya Miguel antes, en sus clases de P.I en las que hacemos tantas cosas y tratamos temas tan diversos, nos contó un día que los portugueses por ejemplo cuando ven la televisión, la mayoría de las veces, como las películas, series… que televisan no las traducen al portugués, sino que las ponen directamente en su idioma original, o sólo subtituladas en portugués, pues eso hace que adquieran un buen nivel en otros idiomas, ya sea español, inglés, alemán… cualquier idioma. Es cierto que eso también sería difícil y no creo que nuestra sociedad esté preparada por diversos motivos.
Bueno, apartado el tema de los idiomas. Llegó el fin de la visita a Montegordo y la hora de la partida hacia España de nuevo, pero no antes sin hacerse numerosas fotos de grupo para tenerlas de recuerdo.
Y otras 3 horas de viaje más aproximadamente fueron las que transcurrieron para la vuelta, pero claro horas de viaje que merecieron la pena, ya que este tipo de actividades son de las que no se olvidan y de las que se sacan mucho provecho, por eso me siento apenado, porque a mí me gusta mucho viajar, hacer todo tipo de actividades como estas, etc. No pude ir a ésta, pero seguro que me quedan muchos viajes y actividades interesantes por hacer y de las que sacaré mucho provecho, eso espero, y que Miguel nos siga motivando a realizarlas y haga más de este tipo para el año que viene.
Repito que lo que os he contado sobre el viaje, es lo que me han contado a mí mis compañeros, y que por la cuestión que ha os he dicho antes no pude disfrutar de esta experiencia.
Bueno, y con esto acabo mi comentario de esta semana, la penúltima ya, ya que queda muy poco tiempo para que den las vacaciones de verano. ¡Ya sólo nos queda un último impulso!, esta semana que va a entrar, que va a ser muy intensa debido a la gran cantidad de exámenes que tenemos, pero espero que todo salga bien y también le deseo suerte a todos mis compañeros.
¡Hasta la próxima!
Esta semana tengo que hacer el comentario sobre la excursión que tanto tiempo llevaba esperando hacer, pero que por mala suerte, vamos a llamarlo así, no pude.
La excursión era el martes después de feria, esa feria en la que me lo pasé tan bien con mis amigos. Justo el día en que acababa (domingo por la noche) comenzó a salirme unas ronchas. No le di mucha importancia, porque al fin y al cabo no eran muchas. Pero llegó el lunes, el día en que empecé a prepararlo todo para esta excursión que tanta ilusión me hacía. Cogí todo lo que Miguel nos había dicho que teníamos que llevar, lo metí en la maleta, mi madre preparó como comida para compartir con mis compañeros empanada y tortilla de patatas… En fin… Pero me empecé a poner peor, todo el cuerpo se me llenó de ronchas y se me hincharon las manos, por lo que tuve que ir al médico, que me dijo que tenía una reacción alérgica y que para que no me picaran mucho las ronchas no me diera el sol. Me pusieron la inyección que suelen poner para este tipo de casos (que en esta época hay muchos, como me dijo el médico), y yo pensando que la inyección me pondría mejor y que podría ir a Portugal me acosté y dejé la maleta con todo preparado. Pero el efecto fue el contrario. Esa madrugada no pude dormir bien por la hinchazón y el picor, por lo que muy temprano llamé a Miguel para decirle lo que me pasaba y que no podía ir a la excursión. De hecho, menos mal que no me arriesgué a ir porque habría tenido que ir allí al médico, al que fui por segunda vez y me mandó unas pastillas.
Ese día estaba especialmente furioso, no solo por el malestar con el que me encontraba y la incomodidad, sino que estaba muy desanimado porque no había podido ir a la excursión de Montegordo, que como ya he dicho llevaba mucho tiempo queriendo hacer y me hacía mucha ilusión, ya que creo que ha sido un curso en el que hemos participado en un proyecto llamado “Proyecto eTwinning”, trabajando con compañeros de Portugal, Francia y Bulgaria, y esta excursión me daría la oportunidad de conocer a mi compañera portuguesa en este proyecto: Cátia. Claro está, también por la ilusión que me hacía pasar la frontera de España hacia Portugal, un país en el que nunca he estado a pesar de que no es mucha su lejanía con España.
¡Qué rabia tenía!, bueno y sigo teniendo…La pregunta que tantas veces me hice ese día fue: ¿por qué justo hoy que tenía esa ansiada excursión y en la que esperaba pasármelo tan bien? Bueno, pero espero que pueda visitar Portugal pronto, aunque lo de conocer a Cátia ya sea más difícil, a no ser que Miguel organice otra excursión, cosa que no creo. Parece que se ha hecho imposible que tenga el encuentro con los portugueses: primero ellos no pudieron hacer la excursión a Cádiz, y segundo yo no pude ir a Montegordo.
Mis expectativas para este viaje eran muy buenas, aunque sabía que estaría cansado, porque después de la feria ya se sabe… Pero esperaba pasármelo muy bien, no solo con mis compañeros portugueses sino también con mis compañeros de curso y hacer allí actividades interesantes y pasármelo genial.
Bueno, ante mi curiosidad por saber como lo habían pasado mis compañeros en Portugal y qué actividades habían hecho, me puse a preguntar cuando llegaron, por la noche ya. Al primero que le pregunté fue a Andrés, del bachillerato de sociales, ya que vino a visitarme a mi casa que por la mañana había visto como estaba. Me dijo que lo había pasado muy bien y me contó lo que habían hecho. Luego le pregunté a más gente por el Messenger y el jueves en el instituto (que ya pude ir porque me encontraba mejor). Había variedad de opiniones, como ocurre siempre, a unos les había gustado más que a otros, ya que unos me lo contaban con mucho entusiasmo y otros me decían simplemente que tampoco me había perdido tanto y que además el tiempo se puso regular. Pero bueno, yo me quedé con las anécdotas que me contaron las personas que realmente habían disfrutado mucho de esta experiencia.
Ahora voy a intentar hacer una crónica del día que pasaron en Portugal mis compañeros, con lo que me han contado ellos y lo que he leído de sus comentarios, que por cierto, me ha gustado mucho el comentario de mi compañero Daniel.
Por la mañana muy temprano partieron hacia Portugal en autobús. Fueron unas tres horas de viaje hasta que llegaron allí, tres horas que por lo que escuché fueron más de sueño que de otra cosa, aunque algunos no se querían perder algunas partes del paisaje ni el cruzar el puente fronterizo.
Llegaron a un merendero cerca de la playa, donde claro, al bajar la reacción fue la típica que se tiene cuando no conoces a alguien o un grupo de personas; todos los de un mismo grupo se arrinconaron en un mismo sitio, es decir, portugueses a un lado y españoles a otro. Eso hasta que no se rompe el hielo.
Luego, Miguel fue llamando a cada alumno para ir agrupando primero por grupitos de portugueses y españoles, pero que rápidamente se rompieron. Después de que mantuvieran una conversación, jugaron un partido de fútbol en la playa, y como faltaban chicos para el equipo portugués, algunos españoles de fueron para el equipo de los portugueses. ¡Qué suerte! encima un día en la playa, con lo que me apetecía a mi también echar un rato en la playa, a la que no voy desde el año pasado. Bueno, el partido de los chicos por lo visto quedó en empate, pero el de las chicas lo ganaron las españolas.
Después de esto, echaron unas partidas a las cartas, en el que los españoles enseñaron a los portugueses a jugar a algún juego típico de aquí y al contrario. Miguel compró barajas de cartas para todos.
Luego fueron a comer al merendero, y jugaron a la cuerda, a estirar, para ver qué grupo ganaba y tenía más fuerza o más resistencia, si los españoles o los portugueses. Los chicos españoles perdieron, pero por el contrario las chicas españolas ganaron a las portuguesas. La verdad es que por lo visto las chicas españolas dieron ese día la talla, y fueron todas unas campeonas en todo, aunque los niños…Esto es broma, para mí no tiene ninguna importancia quien ganara en los juegos o no, ya que para mí lo importante de ese día era el encuentro que estaban teniendo alumnos españoles y portugueses, y en el que se lo estaban pasando bien, pasando el día en la playa, comiendo juntos, jugando a las cartas y a otro tipo de juegos…
Otra cosa que me comentaron fue lo fría que estaba el agua de esa costa, y claro, como más tarde el tiempo se puso un poco regular, sólo algunos fueron los que se dieron un segundo chapuzón.
Bueno y todo esto mientras cada vez portugueses y españoles mantenían más contacto y se sentían más cercanos.
Otra cosa que creo que es curiosa es que me dijeron que los portugueses comenzaron a hablar inglés, y claro los alumnos españoles se quedaron a cuadros, ya que tenían menos nivel que los portugueses. La mayoría de los españoles, por no decir todos, se perdían, y me comentaron que usaron un vocabulario un poco raro jajaja, no es que sea raro, sino que claro, se trata de inglés y como al parecer los portugueses tenían un mayor nivel en el uso de la lengua inglesa, pues es normal que los españoles se perdieran un poco, cosa que a mí también me ocurriría seguramente de haber podido disfrutar de esta excursión.
Respecto a este tema, sobre los idiomas, estoy bastante de acuerdo con lo que dice mi compañero Daniel, y también me parece que nosotros damos mucha teoría, pero luego menos práctica a la hora de hablar en inglés. Hay algo que falla, y ese día mis compañeros tuvieron una muestra de ello, cuando alucinaron al ver como hablaban inglés nuestros compañeros portugueses.
Ya Miguel antes, en sus clases de P.I en las que hacemos tantas cosas y tratamos temas tan diversos, nos contó un día que los portugueses por ejemplo cuando ven la televisión, la mayoría de las veces, como las películas, series… que televisan no las traducen al portugués, sino que las ponen directamente en su idioma original, o sólo subtituladas en portugués, pues eso hace que adquieran un buen nivel en otros idiomas, ya sea español, inglés, alemán… cualquier idioma. Es cierto que eso también sería difícil y no creo que nuestra sociedad esté preparada por diversos motivos.
Bueno, apartado el tema de los idiomas. Llegó el fin de la visita a Montegordo y la hora de la partida hacia España de nuevo, pero no antes sin hacerse numerosas fotos de grupo para tenerlas de recuerdo.
Y otras 3 horas de viaje más aproximadamente fueron las que transcurrieron para la vuelta, pero claro horas de viaje que merecieron la pena, ya que este tipo de actividades son de las que no se olvidan y de las que se sacan mucho provecho, por eso me siento apenado, porque a mí me gusta mucho viajar, hacer todo tipo de actividades como estas, etc. No pude ir a ésta, pero seguro que me quedan muchos viajes y actividades interesantes por hacer y de las que sacaré mucho provecho, eso espero, y que Miguel nos siga motivando a realizarlas y haga más de este tipo para el año que viene.
Repito que lo que os he contado sobre el viaje, es lo que me han contado a mí mis compañeros, y que por la cuestión que ha os he dicho antes no pude disfrutar de esta experiencia.
Bueno, y con esto acabo mi comentario de esta semana, la penúltima ya, ya que queda muy poco tiempo para que den las vacaciones de verano. ¡Ya sólo nos queda un último impulso!, esta semana que va a entrar, que va a ser muy intensa debido a la gran cantidad de exámenes que tenemos, pero espero que todo salga bien y también le deseo suerte a todos mis compañeros.
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario